jueves, abril 25, 2024
DestacadaDiversidad e InclusiónNoticias Políticas

Familias del barrio San Miguel perjudicadas por desborde de arroyo Lata reclaman obras públicas en Casa de Gobierno

En el barrio San Miguel de Oberá un grupo de familias son perjudicadas por el desborde del Arroyo Lata, cada vez que hay precipitaciones.

Cansadas de reclamar en la Municipalidad de Oberá, a cargo del médico Carlos Fernández (FR), decidieron recurrir al diputado Martín Sereno, del Partido Agrario y Social para viajar a Posadas y reunirse con autoridades provinciales.

«La situación de estas 20 familias es dolorosa e indignante. No es un reclamo nuevo el que tienen; pero recurrieron muchas veces al municipio y no hay solución al trabajo de obras públicas que necesitan. La respuesta fue enviar al barrio una máquina que dejó la tarea a medio camino y agravó el problema», explicó Sereno.

Sostuvo que el Gobierno «no se puede ignorar a familias que se inundan por falta de obras en el barrio, sumado a que cuando ya están con el agua al cuello, ni siquiera reciben la asistencia que corresponde al área social, ni la contención sanitaria, y quedan abandonadas a su suerte ante la indiferencia de quienes administran el Ejecutivo municipal», expresó.

Esto llevó al legislador a apoyar a las familias y ayudar a un grupo de vecinas a viajar a Posadas buscando soluciones, como el pedido urgente de que comiencen los trabajos de obras públicas necesarias en el barrio.

«Después del reclamo conseguimos a través de la Subsecretaría de Desarrollo Social que les entreguen colchones, chapas, pañales y módulos de mercaderías porque cada vez que llueve van perdiendo sus muebles, sus hijos e hijas se enferman y se les originan innumerables problemas. El hábitat es fundamental para la dignidad humana, y en este caso el Municipio está vulnerando sus derechos», cuestionó el diputado.

«El agua invade las casas y arrastra todo»
Andrea Brítez es una de las vecinas de San Miguel que padece la inundación cada vez que desborda el arroyo Late. «Hace cuatro años que vivo en el barrio, y desde que comenzó a desbordarse el arroyo, hay abandono por parte del municipio. Un vez apareció una máquina y en vez de arreglar, los obreros hicieron un desastre porque abrieron un pozo y nos dejaron prácticamente adentro del arroyo; cada vez que llueve eso se convierte en un lodo con nuestras casas llenas de agua, con mosquitos, víboras y todo tipo de bichos que avanzan, es un desastre total», señala con angustia.
Esta madre de ocho hijos lamenta todo lo que pierde cada vez que desborda el arroyo, y considera que con un muro de contención se solucionaría el problema.
«Mi hijo mayor tiene 15 y el más chico, de dos años, es alérgico. En la lluvia pasada perdimos ropas, colchones, frazadas, muebles. Nos quedamos sin luz, llamamos a la policía, a la municipalidad y nadie nos asistió. En tiempo de campaña política sí se acuerdan de los pobres; pero cuando necesitamos nos cierran las puertas. Fuimos a la Dirección de Acción Social para pedirles que fumiguen por la cantidad de bichos que hay en nuestro barrio, teniendo en cuenta el dengue y la pandemia del Covid. Prometieron llevar repelentes, elementos para limpieza; pero no cumplieron, nos sentimos muy abandonados por el municipio», reiteró Andrea.

Compromiso de solución para las familias
Pamela Pereyra vive desde hace seis años en San Miguel y estuvo en Casa de Gobierno junto a sus vecinas; las recibió el ministro coordinador de Gabinete, Víctor Kreimer, quien se comprometió a interceder ante el Municipio de Oberá para que se realicen las obras en el barrio, y con el Ministerio de Desarrollo Social para que reponga camas camas e insumos para paliar los daños sufridos por la inundación.
Acudieron a las autoridades provinciales por no tener respuestas del municipio sobre el drama del arroyo Lata ubicado en la calle Caroba Nº12.
«La última vez que fuimos a la Municipalidad nos atendió Javier Velázquez que se ocupa de tierras y asistencia social, y pedimos que vayan al barrio para que sepan de qué nos quejamos; que envíen una máquina para que arreglen las calles porque cuando llueve es un gran barrial; pero no se acercaron a las casas inundadas», reclamó Pamela.
También solicitaron al personal municipal que lleven al barrio agua potable para consumir. El desborde llegó hasta las viviendas, «y se inundó todo: el baño, la cocina y no tuvimos ayuda. Viajamos a Posadas para que nos escuchen y nos den alguna solución definitiva», insistió.

La solución es un muro de contención
La vecina manifestó su desilusión porque confiaba en la gestión de Fernández. «Nosotras hicimos campaña por el intendente; creímos en su promesa de que iba a ocuparse de la construcción del muro de contención. Creímos en su palabra; pero ganó y se olvidó».
Esta es la cuarta vez que padecen una inundación tan intensa. «Lo único que hizo el municipio fue sacar unos tubos e improvisar un puente que no logra atajar el agua que desborda por arriba de las calles. Después, cuando baja la inundación, el olor al agua podrida es terrible y en el baño no tenemos desagüe. La única solución es construir un muro de contención, así como hicieron en el Puente Rosner», advirtió Pamela.
Las familias pidieron una reunión con el jefe comunal para que sepa de primera mano la situación. «Si no quiere embarrarse los zapatos que nos reciba en la Municipalidad; pero vemos que está lejos de la gente. Por eso nos juntamos entre ocho familias para reclamar en Posadas. La mayoría tuvimos que dejar a nuestros chicos con nuestras vecinas; pero estamos desesperadas y nos preocupa la salud de nuestros hijos», reclamó la joven madre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *