viernes, abril 26, 2024
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Barrio Néstor Kirchner en Cuarentena: Familias Recibieron Ayuda, pero Ante la Falta de Changas Necesitan «de todo»

El populoso barrio Néstor Kirchner se conformó hace casi cinco años durante la gran exclusión generada por el gobierno macrista, y es una muestra del resultado de cómo impactan las políticas neoliberales en un gran sector de la población.

En ese contexto, la situación de cuarentena por la pandemia del coronavirus agravó la situación en los barrios precarizados. Días atrás, el diputado Martín Sereno (Partido Agrario y Social) llevó elementos de ayuda después que un comerciante cercano al barrio, lo contactó e interiorizó sobre la problemática que viven las familias.
«Nuestra responsabilidad y compromiso van de la mano y la tendemos a quienes más necesitan. Todos los días vemos el hambre y las malas condiciones de vida de muchísimas familias se incrementaron en los barrios. Desde el PAyS y las organizaciones sociales salimos a dar respuestas concretas, buscando también generar conciencia y organización en estos tiempos difíciles que vivimos.
Creemos que de esto saldremos como comunidad organizada fundada en valores de solidaridad, fraternidad, y generosidad»,
sostuvo Sereno.

Respuestas de Desarrollo Social y del Municipio posadeño
Semanas atrás, un comerciante cercano al barrio, Raúl Amarilla, contactó al legislador y le transmitió que un grupo de familias necesitaba chapas, frazadas, y mercaderías, y rápidamente hizo gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, y la Municipalidad de Posadas.
«Agradecemos la respuesta que tuvimos de los dos organismos donde el subsecretario provincial de Políticas Sociales, Claudio Vázquez, y también una funcionaria del Municipio, Yolanda Asunción nos posibilitaron la ayuda requerida para esos vecinos y vecinas», dijo.
Si bien varias veces los diputados del PAyS estuvieron en el Néstor Kirchner, en este caso acudieron por el pedido de un hombre que no sufre las necesidades del barrio, ni vive en condiciones paupérrimas; pero siente como propias las dificultades de los otros.

«Duele ver que en cuarentena aumentó la precariedad»
El comerciante señaló que suele visitar el barrio y compartir su tiempo con la gente, viendo de qué manera puede ayudar con sus recursos.
«Tengo un comercio cerca y en estos días por la cuarentena no estoy trabajando porque mi negocio está cerrado, y esta vez me di cuenta que necesitaban chapas y maderas para arreglar algunas casas. Me sorprende como creció la precariedad que sufren durante el aislamiento, y por eso me contacté con el diputado Sereno y le expliqué la situación del barrio. Además hay un asentamiento que está frente al Néstor Kirchner donde también viven familias con muchas necesidades.
Ahora económicamente no puedo hacer mucho porque al tener el negocio cerrado, decaen los ingresos; pero tengo la voluntad de dar una mano en lo que sea», aseveró.
Agradeció que el legislador haya respondido, y a los pocos días estuvo en el barrio con mercaderías, chapas y frazadas. «La intención es seguir ayudando a la gente después que pase esta contingencia. Duele ver como aumenta la precariedad en la que viven estos vecinos en la pandemia a nivel mundial», acotó Amarilla.

Familias del barrio Néstor Kirchner necesitan ayuda para paliar su pobreza
Familias del barrio Néstor Kirchner necesitan ayuda para paliar su pobreza


Necesitan una olla de más de 50 litros para el merendero
Mauro Silvera es uno de los habitantes del barrio que como muchos otros sobrevive en condiciones de pobreza en casas construidas con troncos de costeros, con techos armados con pedazos de plástico, sin servicios básicos y magra atención sanitaria.
«Somos un grupo de cuatro familias que nos asentamos en el barrio, en la zona del borde del Néstor Kirchner. Arrancamos haciendo un comedor a pulmón con algunas mercaderías, y a partir de ahí empezamos a censar y ver qué elementos podíamos proveer. Desde que iniciamos el censo, la olla de 50 litros quedó corta. Por eso estamos agradecidos con el aporte de Martín. Las chapas que van a proteger a varias familias, y sabemos que seguiremos contando con su apoyo porque es un político comprometido».
El joven reiteró que como la olla de 50 litros les queda chica, necesitan una más grande, ya que son más de 130 familias censadas que son las que se acercan los sábados a buscar la comida. Solicitamos todo lo que puedan acercar a la gente que durante esta cuarentena tienen muchas necesidades», manifestó Marcelo.

Sin changas y con falta de alimentos
La mayoría de los habitantes del barrio sobreviven de changas, no cuentan con un sueldo fijo, y en este momento donde todo está parado, dependen de la solidaridad de otras personas que están mejor que ellos, para poder «aliviar el hambre de niños, embarazadas y ancianos. Queremos empezar con un merendero por eso pedimos una olla más grande de las que usamos ahora y que es prestada»
Carina Vera, es otra de las mujeres que vive en el barrio y la está remando junto a las familias que durante el macrismo fueron excluidas del sistema, no podían seguir pagando el alquiler y se asentaron en el lugar. Los hombres que perdieron sus trabajos, ahora que no pueden hacer changas, y sobreviven en condiciones más que precarias.
Las carencias se observan a lo largo de todas las casas. Algunos vecinos prácticamente viven en un pozo rodeados de cuatro maderas, con techos de bolsas de plásticos. Todos los insumos que les llevó el diputado Sereno son necesarios.
Reclaman falta de atención en salud y en seguridad. «La policía no quiere venir al barrio porque es lejos. Se necesita de todo. Hay mucho hambre, y no existen condiciones sanitarias», expresan los vecinos.

Reclaman: «Pónganse en el lugar del otro»
La mujer pidió a quienes tienen posibilidades materiales que se pongan en el lugar «de los pobres como nosotros. Tienen que venir a ver como vivimos para entender. No es fácil cuando hay tormentas y llueve adentro, o directamente vuela el techo y se inunda todo».
En el barrio hay cientos de chicos y varias mujeres embarazadas. «Nos sentimos dejados de lado. Hacen falta merenderos, comedores, alimentos que nos debería proveer el Gobierno y no cumple».
Ahora con la cuarentena se terminaron las tareas informales. «Antes muchos hombres trabajaban en las canteras; pero todo eso está parado. Martín nos propuso hacer una huerta comunitaria; con semillas y los elementos varias madres podríamos armar nuestra propia huerta», subraya Carina entusiasmada.

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