sábado, abril 27, 2024
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Buscan políticas de trabajo y reinserción socio laboral en los Penales para bajar niveles de reincidencias

Referentes de la Federación de Cooperativas de Liberados de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y de la Cooperativa Cimarrón, de Buenos Aires, visitaron la provincia y recorrieron la Unidad Penal de Loreto, junto a las autoridades, el diputado provincial Martín Sereno (Partido Agrario y Social), y la coordinadora de la Zona Sur de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI), Nidia Pintos, para delinear posibles líneas de trabajo con los internos.

«Acompañamos la recorrida por la cárcel de Loreto junto a compañeros de Buenos Aires, ya que tanto Matías, de la Federación de Cooperativas, como Gastón de la reconocida Cooperativa Cimarrón -donde hace unos días estuvo el presidente, Alberto Fernández, desarrollan políticas de trabajo y reinserción socio laboral con las que lograron un índice del 0% de reincidencia, a través de la formación y la contención», sostuvo el legislador.

No es la primera vez que los diputados del PAyS recorren los Penales, y ven un enorme potencial en los internos en general, por eso buscan políticas de trabajo y reinserción socio laboral para bajar niveles de reincidencias.

La próxima semana Sereno se reunirá con el subsecretario de Seguridad, Ariel Marinoni, y confía en que se puedan aplicar estas políticas en varias Unidades Penales de la provincia.

Crear una cooperativa con salida laboral
La coordinadora de la SAFCI de la Zona Sur, Nidia Pintos, definió como muy favorable la recorrida, donde les abrieron las puertas para comenzar a tejer un trabajo con los internos.
«Es un paso muy importante para estas personas a las que generalmente cuando obtienen su libertad les resulta difícil insertarse en el mundo laboral. Por eso es necesario articular con ellos, que se capaciten y tengan una ocupación con la posibilidad de llevar ayuda a su familia», dijo.
El grupo conoció la carpintería donde los internos cuentan con herramientas y trabajan con maderas implantadas.
También producen alimentos en huertas y esperan capacitarlos dentro de la agricultura familiar. Hay unos 56 internos que ya pueden salir a trabajar dentro del predio. Y si bien la población es mucho mayor, a algunos les falta poco para terminar su condena. «Se podría trabajar más fuerte con el grupo que en poco tiempo pueda insertarse en el mundo laboral; crear una cooperativa a través de la que los internos vendan su producción afuera y ayudar económicamente a sus familias».
Subrayó que hay mucho por hacer, y piensa en elaborar un proyecto para gestionar recursos desde la SAFCI, para avanzar en la producción de aves, así como ya hacen con cerdos. «Tendremos que generar las condiciones en un lugar como la unidad penal, y es reconfortante pensar en mejorar su calidad de vida y con la oportunidad laboral para que puedan rearmarse», manifestó Pintos.

«Construir con trabajo un horizonte diferente»
El referente de la rama de liberados de la UTEP, Matías Dimicroff, que integra la Federación de Cooperativas de Liberados en la que confluyen alrededor de 30 cooperativas dedicadas a distintos rubros, y con la particularidad de que la mayoría de ellas fue creada, es gestionada y trabajan hombres y mujeres, que atravesaron contextos de encierro.
«Agradecemos al diputado Martín Sereno que nos invitó a conocer la cárcel de Loreto y conectarnos con las experiencias productivas que funcionan en el lugar, y donde trabajan compañeros privados de la libertad, pero decididos a construir un horizonte diferente para sus vidas», dijo.
Dimicroff agregó que es bueno cooperar con quienes atraviesan el encierro y quieren desarrollar un oficio y producir bienes y servicios. En principio «queremos armar una cooperativa con una base legal para firmar convenios, vender, facturar y comprar como en cualquier otra empresa, y después ver cómo acompañamos para que lo que produzcan en el penal tenga un mercado y puedan ir mejorando».
El cooperativista señaló que los internos de Loreto ya realizan trabajos de carpintería, con una matriz productiva importante. «Entendemos sólo a través de la educación y el trabajo, tendrán y podrán brindar una mejor calidad de vida a sus hijos cuando llegue el momento de enfrentarse con el mundo exterior», sostuvo.

«Ninguna persona de Cimarrón volvió a delinquir»
La Cooperativa Cimarrón ubicada en la localidad matancera de La Tablada, Buenos Aires, está conformada por personas que en algún momento estuvieron presas y en situación de calle, y trabaja con un equipo de profesionales y técnicos garantizan la eficiencia en cada una de las tareas.
Gastón D’Andrea es parte de ella y cuenta con orgullo que de todos y todas las que estuvieron en la cárcel, desde que trabajan en Cimarrón, ninguno volvió a delinquir. «Eso nos dice que estamos en el camino correcto de la inclusión e inserción, y que sólo faltaba que tuvieran una oportunidad».
Sobre la experiencia de conocer la unidad en Misiones, señaló que vislumbra un proyecto valioso en el que se puede replicar lo que desarrolla Cimarrón, con ideales equitativos hacia adentro y competitivos hacia afuera pensando en que organizados pueden tomar una parte del mercado.
«Nosotros decimos que nuestra cooperativa es una comunidad organizada donde trabajamos bajo una conducción; pero en una estructura horizontal donde todos forman parte. En comunidad transformamos nuestra vida en un bien común para estar mejor».
D’Andrea desea poder replicar ese modelo de organización en Loreto, y en otros penales y aportar la experiencia que tienen. «Estamos convencidos que hay que creer en lo que soñamos; nada bueno es posible sin esfuerzo, la lucha es nuestra y la victoria también», enfatizó.

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